Las fotos que subes a Instagram detectan tu salud mental, según algoritmo
Un grupo de investigadores de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) ha creado un algoritmo que es capaz de detectar la infelicidad a través de las imágenes que se suben a las redes sociales. El estudio busca ayudar a los psicólogos para poder diagnosticar posibles problemas de salud mental y, con ello, mejorar las medidas preventivas.
La investigación se ha realizado a partir de la teoría de elección del psiquiatra estadounidense William Glasser, que clasificaba el comportamiento humano en cinco necesidades básicas: la supervivencia, el poder, la libertad, la pertenencia y la diversión. Aquello que se muestra en redes sociales tiene mucho que ver con los problemas psicológicos futuros que podrían desarrollarse. Por ello, los investigadores trabajaron con la psicóloga Bita Baiani, que analizó 85 perfiles tanto en español como en persa de Instagram. Así, mediante el análisis del perfil de Instagram sería posible determinar el nivel de satisfacción en las cinco categorías de la teoría de Glasser. La elección de la foto en el perfil d Instagram siempre tiene un significado y una forma de entender el mundo.
“Imaginemos que un ciclista sube una montaña y, en la cima, puede elegir entre compartir un selfie o una imagen de grupo. Si elige el selfie, percibimos la necesidad de poder, pero si elige la otra, podemos concluir que, además de la diversión, la persona busca la manera de satisfacer su necesidad de pertenencia”, explicó Dehshibi, investigador líder del estudio.
Los hispanohablantes exteriorizan más
Otra de las conclusiones a las que llega el estudio, según publica la UOC, es que los hispanohablantes tienden más a “mencionar los problemas sobre sus relaciones cuando se sienten deprimidos” que los angloparlantes.
“El estudio de los datos de las redes sociales pertenecientes a usuarios que no hablan inglés podría ayudar a construir herramientas y modelos inclusivos y diversos para abordar los problemas de salud mental en personas con diversos antecedentes culturales o lingüísticos”, señala el estudio.